Por las noches siempre me ha gustado comerme las estrellas a puñados y sentir como las disfrutas conmigo, como me abrazas fuerte y vas despertando ,poco a poco, todos los puntos sensitivos de mi cuerpo. Como me retiras el pelo me llenas el cuello de besos y al llegar a mi oreja me susurras un "te quiero a morir" . Ahí , justo ahí empieza el desenfreno, las caricias infinitas, los "tranquila, amor, no tengas miedo". ¿Miedo? Eso siempre me ha sobrado, supongo que serán tantos limites, que te crean el pánico a cruzar el abismo.
Odio oír hablar de prohibiciones, reglas,limitaciones o condiciones, son ese tipo de cosas que me cortan las alas. ¿Quien anda pudiendo volar? ¿Quien pone los pies en el suelo teniendo tanto cielo?
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